Oración

Como una madeja enredada es como mis pensamientos no han podido ordenarse ni hilarse ante este ir y venir de pensamientos inquietos. Me pregunto si existes Dios mio, y nuevamente dudo; me pregunto si eres el dios que nos creó y se olvidó de nosotros o simplemente si eres un dios castigador que en su furia y cólera nos destruirá o castigará... Pero creo en ti como la fuerza de lo escondido que desde el fondo de mi corazón se hace presente y me da amor cada día. Quisiera retroceder el tiempo y suspirar en el Cister o alabarte salmodeando vítores de alegría. Eres un Dios rey misericordioso que me ama y me llama, pero ahora no se cómo ni dónde servirte mi Dios.

Dame una señal, mandame tu luz nuevamente para poder tener claridad en la visión. Quiero ser tus manos y tu voz, quiero que dónde yo vaya sea porque tu quieres. 

Alabado sea Jesucristo!